Que bonita es esta región de Francia.
Siempre siento una especie de admiración por lo bien cuidados que están sus pueblos, caminos y su entorno. Los paisajes multi florales nos son cercanos por cultura, pero lejos de este preciosismo tan característico de estas gentes.
Me encanta ver los pueblos al cabo de años, y comprobar que prácticamente no han variado en nada su composición. Toda edificación nueva se ha adaptado al entorno, y no resalta o quiebra el equilibrio paisajístico de la Provenza.
Aunque mis piernas justo ahora empiezan a acumular Km, no me pude negar a una siempre despierta ilusión de subir el “mítico” para los amantes del ciclismo, Mont Ventoux.
Pude comprobar su extrema dureza en solitario, ya que mis afortunados compañeros pedalean en otra liga, los descomunales porcentajes de su serpenteante carretera.
Ni un momento de descanso en sus 21 Km. siempre en empinada cuesta no da tregua este coloso provenzal.
Por esto lo incluyen en las etapas del Tour...
Jose, Ramón, Joan, Lluís, Pepe Pep, Sergey, Domi, Marco, Javi el director de orquesta, muchas gracias!!!!.
La parte final no desmerece su fama de paisaje lunar y desconcertante. Parece que la cima esta cerca, y
la verdad si subes como yo...queda bastante lejos aún.
¡