El proceso sigue su curso. cada vez nos adentramos más y más en este mundo de malta y lúpulo. Todo “artesanal”, yo diría más bien que “a mano” , y sin calefacción... Aquí en estas silenciosas montañas del Montseny solo se respira soledad y recogimiento. Los gatos y los perros olvidan sus instintos y se apiñan por igual al lado del fuego en la cocina, que curren los humanoides cervecero, deben pensar(?).
Simplemente días que suman en la vida, bien compartida...
El árbol testigo mudo de tantas cosas...
para que luego digan que no trabaja!!!
Las pesas para todo...
a mano!!!
tecnología y estudio ante todo!!!