Esto de ir a pasar el domingo elaborando cerveza no es muy usual que digamos...Lo cierto es que últimamente vamos bién acompañados por las próximas generaciones de cerve(ÇZC)eros. No se si prestan mucha o poca atención a lo que estamos haciendo, se pasan todo el día correteando arriba y abajo, creo que este entorno sin que se den cuenta les emociona, y como si quisieran fundirse con él no paran de tocarlo todo, flores, tierra, agua, hacen sus infusiones de mil hierbas,que pretenden que las provemos... cuando no, se van a montar los caballos.. parece que estos aceptan de buena gana su compañía y se dejan maltratar con dulzura.
